Crea tu cocina con estilo industrial. El estilo industrial, inspirado en las antiguas fábricas de Estados Unidos, se ha ganado un lugar destacado en el diseño de interiores, y no es para menos. Aunque originalmente se utilizaba para grandes espacios abiertos, hoy en día se adapta a cualquier rincón, incluso a cocinas pequeñas. Este estilo resalta por su funcionalidad, su toque rústico y su personalidad única. Si quieres transformar tu cocina en un espacio digno de una revista, sigue estos consejos.

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1. Materiales que definen el estilo industrial

Lo que da vida al estilo industrial son los materiales naturales y sin tratar, que no solo aportan autenticidad, sino que nos transportan a esos viejos edificios neoyorquinos.

  • Madera rústica: Escoge madera con acabado natural para las encimeras, islas o mesas auxiliares. Esto creará un ambiente cálido y acogedor, contrastando con los demás materiales más fríos.
  • Metal: Ya sea en sillas, taburetes o estructuras de estanterías, el metal es esencial en este estilo. Si no tienes espacio para una cristalera, un espejo con marco metálico puede hacer el truco, reflejando la luz y dándole más profundidad al espacio.
  • Piel y piedra: Detalles en piel, como tiradores de muebles, y una pared de ladrillo visto son fundamentales para dar ese toque industrial auténtico.

Si te preocupa el medio ambiente, opta por madera reciclada o certificada.

 

2. Colores que aportan carácter

El estilo industrial se basa en tonos oscuros y neutros como el negro, el gris y el marrón. Pero puedes darle un giro dinámico a tu cocina añadiendo detalles de color:

  • Elementos decorativos claros: Una vajilla blanca o carteles vintage de colores pueden alegrar el ambiente sin perder la esencia industrial.
  • Toques de rojo: El rojo, un color tan característico de la estética industrial americana, puede aparecer en pequeños detalles, como una pared o accesorios decorativos.
  • Contrastes vivos: Si quieres modernizar aún más tu cocina, prueba con una pared amarilla o azul intenso. Estos colores aportarán frescura y vitalidad sin perder el espíritu industrial.

Y no olvides añadir algunas plantas naturales; adaptadas a la luz y la humedad de la cocina, suavizan el ambiente y le dan un toque de vida.

 

3. Espacios abiertos y almacenamiento inteligente

El concepto de espacio abierto es esencial en el estilo industrial, lo que invita a incorporar soluciones de almacenamiento creativas que también sean decorativas:

  • Estanterías abiertas: Reemplaza los armarios tradicionales por estantes donde puedas exhibir tu vajilla o utensilios de cocina.
  • Armarios con puertas de cristal: Para quienes prefieren mantener el orden visual sin renunciar a la estética industrial, los armarios de cristal son una excelente opción.
  • Electrodomésticos a la vista: No dudes en mostrar tu frigorífico retro, una tostadora de acero inoxidable o hervidores de diseño. Estos aparatos no solo son prácticos, sino que también funcionan como piezas decorativas.

Incluso los elementos funcionales, como las tuberías o cables expuestos, pueden aportar al diseño. Pinta las tuberías de negro o deja los cables de las lámparas al descubierto para darle ese toque industrial.

 

4. Aporta toques con personalidad

Para evitar que tu cocina se vea demasiado fría o austera, es fundamental equilibrar el estilo con detalles únicos que reflejen tu personalidad:

  • Objetos vintage: Busca piezas antiguas como exprimidores o relojes envejecidos que evoquen el estilo de los años 50.
  • Muebles reacondicionados: Dale una segunda vida a muebles antiguos. Por ejemplo, una antigua cámara de refrigeración puede transformarse en una isla de cocina, o unas cajas de madera reutilizadas pueden convertirse en estanterías.
  • Contrastes de materiales: Mezcla el metal con textiles cálidos o madera desgastada para crear un ambiente equilibrado y bonito.

Al incorporar materiales naturales, colores oscuros equilibrados con detalles vibrantes, soluciones de almacenamiento abiertas y objetos con personalidad, puedes transformar tu cocina en un espacio que sea práctico y también visualmente impresionante.

Con un poco de creatividad y atención al detalle, tu cocina industrial se convertirá en mucho más que un lugar para cocinar.